Es aquella persona que prefiere obedecer los mandatos de los hombres (sobretodo del Papa en turno) antes que obedecer a Dios.
Sacerdote o miembro de la Iglesia Bergogliana instaurada por la masonería a través de los últimos Papas (posteriores al Concilio Vaticano II).
Modernista (o infiltrado) que apoya abiertamente el aborto, la ideología de género, el comunismo, la unión de religiones, la comunión en la mano, la falsa pandemia de coronavirus y la misa novus ordo (misa luterana).
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En el caso de los sacerdotes o ministros de culto, se trata de personas que se escudan en una falsa obediencia al Papa y que utilizan su cargo o investidura religiosa para lucrar con ella, o para obtener alguna clase de beneficios personales o materiales.
"Raza de víboras"... "Sepulcros blanqueados"..; así llamaba Jesucristo a los fariseos y doctores de la Ley de Moisés del pueblo judío, en su época.
Sacerdotes pseudocatólicos e infiltrados de todo el mundo han desprestigiado y afectado moralmente la imagen de la verdadera Iglesia de Jesucristo, cometiendo abusos y actos deshonestos o inmorales en contra de otros miembros, de su feligresía y de la sociedad. Se les conoce como fariseos modernos.
Todas las religiones que se dicen cristianas han sido infiltradas por la masonería y otras sociedades secretas en mayor o menor medida. Son muchos los pastores, sacerdotes, cardenales, obispos e incluso algunos Papas que no sólo no ponen en práctica la doctrina y el magisterio de la Iglesia, sino que le rinden culto a Satanás, y por ende sus acciones están encaminadas a destruir la verdadera iglesia que Jesucristo vino a fundar hace dos mil años.
Miles de obispos y sacerdotes en todo el mundo, a raíz de la falsa pandemia de coronavirus, decidieron unirse a la nueva secta de Jorge Mario Bergoglio para no perder su estilo de vida y su sustento. Es tanto su amor al dinero que no les importa vender a su propia madre, o pisotear y escupir a nuestro Señor Jesucristo de mil maneras.
Rasgos que identifican a un papólatra:
Son fanáticos seguidores de Jorge Mario Bergoglio. Para ellos primero está el obedecer al "Papa Francisco" antes que a Dios y a su doctrina. Por eso muchos sacerdotes siguieron celebrando "misa" con cubrebocas y comunión en la mano, sin importarles profanar y hacer profanar la Sagrada Eucaristía. Los actuales sacerdotes que continúan ejerciendo el ministerio de acuerdo al "Novus Ordo" prefirieron obedecer al masón de Bergoglio antes que perder su trabajo ($$$).
Antes de la plandemia les gustaba que les besaran la mano, literalmente. A partir de la plandemia ya no quieren que nadie que no traiga cubrebocas se les acerque.
Apoyan la unión de religiones (quieren unir la fe de los católicos con la de judíos, musulmanes, budistas, etc.)
Apoyan la agenda LGBT, la ideología de género, el "respeto" a los homosexuales; y hay algunos que hasta "bendicen" a parejas homosexuales, como en el caso de Alemania.
Dan la comunión a los protestantes (también llamados cristianos no católicos).
No muestran el debido respeto a los sacramentos y dudan de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, llegando incluso a profanarla o a permitir su profanación (dan la comunión en la mano y se niegan a darla en la boca, nombran indebidamente a ministros de la Eucaristía, dan la comunión a famosos y políticos promotores del aborto, etc.)
Promueven la falsa pandemia de coronavirus (plandemia) desde sus templos o en entrevistas a medios. Los sacerdotes, obispos y hasta el Papa aceptan ponerse ellos mismos la vacuna del COVID 19 y recomiendan a los fieles vacunarse también "como un acto de amor", a pesar de la evidencia silenciada de que las vacunas contienen grafeno y que se obtienen experimentando con líneas celulares de bebés abortados; y lo peor de todo, a sabiendas de que el virus SARS-CoV-2 nunca existió y de que la pandemia de COVID-19 fue una farsa mediática.
Usan cubrebocas y guantes durante la misa.
Celebran "misas virtuales", o cierran y limitan a su capricho el aforo de los templos.
Cancelan y prohiben las festividades y peregrinaciones religiosas, usando de pretexto la falsa pandemia.
No obedecen las reglas o la doctrina de la iglesia, pero sí obedecen todas aquellas órdenes que vienen de la jerarquía masónica vaticana. Un claro ejemplo lo tenemos en la actuación de muchísimos sacerdotes, cardenales, obispos y hasta del Papa Francisco durante esta falsa pandemia de coronavirus, en donde se apresuraron a cambiar el rito de la Santa Misa sustituyendo el agua bendita por gel antibacterial, instalación de mamparas y pantallas protectoras de acrílico, uso de cubrebocas, guantes y caretas transparentes, distanciamiento social, cierre de templos, misas a puerta cerrada, etc.